
Y es que, China es un país con una civilización bastante peculiar, en la que conviven los tiempos modernos y su ancestral cultura. Sería imposible poder desenvolvernos en su realidad política, social o económica sin remontarnos a los aspectos más destacados de su historia.
Conociendo bien la cultura y su perfil de pensamiento podremos entender por qué en China la gente responde mejor a un perfil de política confuciano que a uno orientado hacia el marxismo ortodoxo.
¿Qué es importante aprender para poder englobar todo?
Uno de los primeros estudios que te proponemos es estudiar a los grandes pensadores clásicos chinos. Al igual que no entenderíamos el pensamiento europeo sin Marx o Sócrates, también tenemos que estudiar a sus autores.
China tiene una concepción del cuerpo y de la salud diferente, basada en los fundamentos del taoísmo y que explica de forma peculiar la fisiología del cuerpo humano. Esta dimensión es mucho más amplia que la occidental e integra elementos que interactúan con nuestro cuerpo como son los cinco elementos, las estaciones del año o el Ying y el Yang.
La ciencia China, otro de los pilares de esta fascinante comunidad. Un ejemplo de ello: 2016 fue el año del descubrimiento del “fermión de Majorana” en Shanghai, en la Universidad Jiaotong. Se trató de un punto de inflexión hacia el avance de todas las tecnologías. Este descubrimiento permitió crear el primer ordenador cuántico y utilizar telecomunicaciones cuánticas en satélites. El llamado “el metal líquido activo” puede alterar la forma de los metales a voluntad.
De sobra somos conocedores de la gran potencia mundial que es China en cuanto a sus avances tecnológicos y científicos, unos avances que hacen que vean el mundo de forma diferente.
La revolución tecnológica que ha experimentado este coloso en el siglo XXI ha creado un contraste muy particular entre ciencia y tradición que sus gentes han sabido compaginar a la perfección.
El ámbito de estudio y empresarial, es sin duda uno de los más estrictos mundialmente hablando. Ganan a los alemanes por goleada en rigor, horas de trabajo y estudios. Es uno de los pilares fundamentales de la cultura china.
Desde pequeños se les enseña a ser constantes, perseverantes, sacrificados en sus estudios y esto se refleja después en su forma de trabajar.
La sociedad actual, que convive con las tradiciones en sus casas y costumbres, la modernidad reflejada en las calles en sus altos edificios, avances tecnológicos que no llegamos ni a imaginar y en sus vestimentas. Con una masificación cada vez mayor y un problema de espacio creciente y con diferencias notables entre las gentes de sus pueblos y ciudades.
La importancia del contexto
Al igual que nos enseñan que el significado de una palabra puede variar según qué contexto, así es como varía el lenguaje en China. Apuntarnos a clases chino sin conocer el contexto en el que vamos a tener que desenvolvernos nos permitirá hablar pero lo tendremos más difícil si queremos comunicarnos de forma efectiva y entenderles al cien por cien.
Por lo tanto, tanto si queremos aprender chino para un viaje, como segunda lengua extranjera o si lo necesitamos para progresar en nuestro trabajo será fundamental entender en qué parámetros se mueve su sociedad.
Es de todos sabido que el lenguaje no son sólo las palabras que utilizamos, sino su contexto y en gran parte el lenguaje no verbal. Y es un error que comete mucha gente, aprenden a hablar chino pero no a entenderlo.
Así que, si te piensas apuntar a clases de chino, también procura que tu futura academia o profesor te pueda hacer una buena inmersión en su pensamiento.